Hay tal vez una contradicción grande en ese comienzo: pensar en el gesto, convertir una cosa del cuerpo en una cosa de la mente. No una contradicción en sí, pensar está muy bien, se puede pensar sobre cualquier cosa, y a veces se hacen cosas muy bonitas pensando, pero si lo que quiero es enfatizar las bondades del gesto, del cuerpo, de lo corpóreo y la corporalidad, ¿como por qué querría abstraerlo y volverlo un objeto mental? -Santiago Ruiz Velasco